“Contact” y más allá

Por: Dra. Omaira González Martín

Se publicó en el periódico El Día el 10 de Junio de 2024.

Muchos de nosotros recordamos la película “Contact” (1997), protagonizada por Jodie Foster donde una brillante astrofísica escuchaba, audífonos incluidos, los “susurros del Universo” en busca de las señales del contacto con vida extraterrestre. No todos saben que se trata de la adaptación cinematográfica de la novela escrita por Carl Sagan, el divulgador científico más importante de todos los tiempos. Y quizás sea más interesante decir que se basa en el proyecto SETI, que buscaba señales de vida extraterrestre utilizando ondas de radio. Así por ejemplo, el personaje protagonista está basado en la directora del proyecto SETI, Jill Tarter, ahondando en la figura femenina y las dificultades de la época para sobrevivir en un mundo de la astrofísica dominado por hombres. Por supuesto hay imprecisiones como, por ejemplo, que Jodie Foster detecta extraterrestres en las ondas de aire mientras escuchaba con los audífonos mientras que el proyecto real examina 28 millones de señales simultáneamente por lo que en la realidad sofisticados equipos procesan y reproducen digitalmente las señales. 

Quizás las escenas más llamativas de la película son las que se ruedan en las instalaciones del Very Large Array (VLA), donde curiosamente también el cantante Bon Jovi grabó un videoclip. Y es que el VLA es una maravilla de la tecnología que utiliza la técnica interferométrica que consistente en la utilización simultánea de varias antenas, apuntando a un mismo objeto. Mediante la interferometría se mide con gran precisión el pequeño retardo en la llegada de una señal a cada antena, lo que permite producir imágenes con una nitidez equivalente a una única antena del tamaño ocupado por todas las antenas a la vez. El VLA es una arreglo de una treintena de estas antenas separadas por alrededor de 40 km entre ellas. Esta misma técnica es la que utiliza el “Event Horizon Telescope” (EHT) para producir la famosa sombra del agujero negro del centro de la Galaxia, utilizando 12 antenas en todo el mundo y así produciendo una imagen del centro galáctico como si lo observáramos con una antena del tamaño de La Tierra. 

El VLA opera desde 1980 haciendo innumerables descubrimientos. Quizás uno de los mas llamativos es la detección de eyecciones de masa por unos objetos de nuestra propia Galaxia conocidos como micro-quasares. Se llamaron así porque se asemejaban asombrosamente a las señales percibidas por los centros de las galaxias lejanas donde un agujero negro central con millones de veces la masa de nuestro Sol lanzan potentes chorros de material a velocidades próximas a la velocidad de la luz. En 1994 el interferómetro VLA descubre dos burbujas de material que se alejaban de un objeto que emite en longitudes de onda de rayos X, siendo la primera vez que se observan estas eyecciones de material en un objeto en nuestra propia Galaxia. Este resultado mostraba que estas fuentes de rayos X en nuestra Galaxia son los hermanos pequeños (millones de veces más pequeños) de los agujeros negros super-masivos en los centros de las galaxias.

Actualmente se planea un nuevo conjunto de antenas que será el sucesor del VLA que se llama  “next generation VLA” (ngVLA). Se espera que el ngVLA se 10 veces más potente que el actual VLA, siendo la mayor red de antenas jamás puesta en el hemisferio norte con mas de 200 distribuidas por Canadá, Estados Unidos de América y México. La universidad a la que pertenezco, la UNAM (México), es miembro oficial de la colaboración del ngVLA. Los objetivos científicos prioritarios de ngVLA son cinco, todos ellos apasionantes: la búsqueda de exoplanetas y discos de polvo en torno a estrellas en formación, el origen cósmico de la vida a través de la sinergia entre astrónomos, biólogos y químicos, el estudio de cómo se ensamblan las galaxias, el estudio del comportamiento de la gravedad en condiciones extremas en el centro de nuestra galaxia y finalmente entender la formación y crecimiento de los agujeros negros detectando agujeros negros binarios que puedan producir ondas gravitacionales. Por supuesto estos son las áreas de la investigación que impulsan la creación del ngVLA pero el interferómetro revolucionará muchas otras áreas de la investigación, con resultados inimaginables ahora mismo. ¡No puedo esperar a la película!